Esta es una de las frases más comunes que escuchamos para describir a algunas personas. En nuestra sociedad y debido también a nuestra cultura, parece que lo que está bien visto es ser una persona sumisa, callada, abnegada y que lo da todo por, los demás olvidándose de su propio deseo. De hecho, este tipo de personalidad suele darse más en las mujeres, debido al historia de rol de cuidadora que la mujer arrastra.
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