Con la pandemia, hemos visto aumentadas de forma exponencial todas las conductas adictivas. Un dato alarmante es la medicalización de niños y jóvenes para paliar los síntomas de ansiedad y depresión. Esto no es otra cosa que un parche, puesto que nuestros niños y jóvenes han de aprender herramientas para la autorregulación, no sólo un fármaco que les duerma.
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