LA COMERCIALIZACIÓN DEL SUFRIMIENTO

sufrimiento

Desgraciadamente, vivimos en la época en la que más trastornos mentales existen. Estamos asistiendo a la era de la ansiedad y de la depresión, de la invención de nuevos trastornos, y de la aparición por supuesto, de nuevas adicciones.

Pero, ¿qué hay detrás de todo esto? ¿es la realidad que los trastornos mentales están aumentando tanto en tipología como en incidencia?

No hay que olvidar que estamos inmersos en un sistema capitalista, y, por ende, todo vale dinero y todo es susceptible de comercio. Por supuesto, el sufrimiento, no va a ser menos.

La psicología ha ido evolucionando mucho con el tiempo y con esta evolución, apareciendo diferentes corrientes como ya comentábamos en otro post: el psicoanálisis, la corriente humanista, el conductismo, la Gestalt, la terapia sistémica, la terapia cognitivo-conductual, etc. Todas estas corrientes tienen una finalidad común: ayudar a la persona a superar sus problemas, ya sean de ansiedad, de depresión, de pareja, etc.

Con esta evolución de la psicología y la aparición de nuevas corrientes, también ha aparecido la evolución tecnológica y del marketing. Esto quiere decir que lo que antes era ponernos frente a una persona a escuchar y atender su sufrimiento en nuestro despacho, ahora se ha convertido en un objeto de consumo. Si, se comercializa con el sufrimiento.

Dentro de esta comercialización y estandarización de la psicología están, por supuesto, las farmacéuticas. Les interesa la creación de nuevos trastornos con criterios que todos cumpliríamos para así poder vendernos cantidades ingentes de medicamentos.

¿Cuántas personas que conozcan están tomando ansiolíticos? Los recetan para absolutamente todo, cuando lo que pasa es que la persona tiene que hacer cambios en su manera de estar en el mundo o de relacionarse.

Lo mismo ha pasado con algunas corrientes dentro de la psicología: han creado unas técnicas que se aplican para todo el mundo: me da igual la ansiedad de Pepi que la ansiedad de Manuel, porque son iguales.

En el momento en que estos dos factores se juntan, lo tienen hecho: todos somos iguales, una masa homogénea, no hay diferencias entre nosotros. Vale para todos lo mismo, el control está garantizado, y la venta, también.

Además, dentro de está vorágine, también han aparecido multitud de personas con “terapias inventadas” y sin ninguna formación en Psicología. Personas que quieren vender felicidad en capsulitas instantáneas como libritos de autoayuda con las 10 claves para ser feliz, con un curso online en el que te enseñan a curarte milagrosamente o mucho peor, en consultas no reguladas y cobrando cantidades exageradas por un servicio falso. Estoy hablando por supuesto, del intrusismo profesional que está sufriendo la psicología.

No olvidemos que este es el discurso del amo: “ven que yo te voy a decir lo que tienes que hacer para que seas feliz y estés contento”. La psicología, y en este caso, el psicoanálisis, se aleja totalmente de ese discurso. Es la persona la que más sabe de su vida (y no el psicólogo) y es la persona la que tiene que llegar a sus propias conclusiones y toma de decisiones, para precisamente, ser una persona LIBRE. Si nosotros vamos diciendo a las personas lo que tienen que hacer, estamos jugando a ser Dios, y nada más lejos. El discurso del amo, lo único que genera es una dependencia absoluta entre paciente-terapeuta, y además es una postura humillante para la persona, desde el momento en el se le ubica en el lugar del “no saber”.

El sufrimiento ha de ser escuchado, verbalizado, de una manera íntima, de una manera sincera. Por ello es imposible, que una técnica funcione para todo el mundo igual, es imposible que una pastilla funcione para todos, porque la vida de cada uno, es individual, única y genuina, y hay que escuchar la historia que hay detrás.

El sufrimiento no se alivia rápido como nos quieren vender, no existen cafés instantáneos de felicidad. Requiere parar a pensar, requiere silencio y análisis.

No todos somos iguales, que no nos quieran vender la misma solución para todos….

 

 

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

¿Necesitas ayuda?